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La vida es una decisión, de eso no hay la menor duda.. Incluso el nacer es una decisión, pues ese diminuto espermatozoide que logró fecundar el óvulo, decidió ser el primero y quedarse agarradito los meses necesarios para lograr sobrevivir. Tomamos todo tipo de decisiones constantemente, la decisión de movernos, de hablar, de reír, de llorar, de gritar, de respirar, de comer, en fin.. Todo depende de nosotros mismos. Vivir es una decisión! Como bien dice Rubén Blades; "decisiones, cada día.. Alguien pierde alguien gana Ave María.."
El pastor Javier Bertucci, en uno de sus tantos mensajes dijo una vez que "...el problema radica en las decisiones que tomamos, por no consultar a Dios antes de hacerlo y pedirle que sea ÉL quien guíe nuestros pasos y apruebe nuestros caminos. En su lugar, tomamos decisiones por nosotros mismos y luego que nos damos el cabezaso decimos Dios mío por qué me pasan estas cosas a mi?! Cuando en principio no le pedimos su ayuda..." y es aquí cuando aparece la fulana mata de limones y con ella la búsqueda de culpables. Entonces se nos enreda la vida, no podemos entender por qué si sembramos un olmo las manzanas están pareciendo peras, pero sin tomar en cuenta que quizás al momento de sembrar nos equivocamos de semilla.
En lo particular y gracias a lo que he aprendido en el correr de los años, llegué a la conclusión de que desgraciadamente siempre llegamos al punto de tomar decisiones apresuradas y luego padecer las consecuencias. Como a alguien se le ocurrió por ahí decir "Es necesario tomar decisiones equivocadas para llegar a la mas acertada", pero todo sería más fácil si antes de decidir consultáramos con el único capaz de guiarnos de la mejor manera aunque a final de cuentas, muy a pesar de escuchar esa vocecita que te dice que hagas o no algo, la decisión final es nuestra. Pero al menos si nos va mal, tendremos la certeza de que fue por andar de cabezones y creernos superman/woman pero lo más importante es que no culparemos a los limones ni a la mancha negra.
El pastor Javier Bertucci, en uno de sus tantos mensajes dijo una vez que "...el problema radica en las decisiones que tomamos, por no consultar a Dios antes de hacerlo y pedirle que sea ÉL quien guíe nuestros pasos y apruebe nuestros caminos. En su lugar, tomamos decisiones por nosotros mismos y luego que nos damos el cabezaso decimos Dios mío por qué me pasan estas cosas a mi?! Cuando en principio no le pedimos su ayuda..." y es aquí cuando aparece la fulana mata de limones y con ella la búsqueda de culpables. Entonces se nos enreda la vida, no podemos entender por qué si sembramos un olmo las manzanas están pareciendo peras, pero sin tomar en cuenta que quizás al momento de sembrar nos equivocamos de semilla.
En lo particular y gracias a lo que he aprendido en el correr de los años, llegué a la conclusión de que desgraciadamente siempre llegamos al punto de tomar decisiones apresuradas y luego padecer las consecuencias. Como a alguien se le ocurrió por ahí decir "Es necesario tomar decisiones equivocadas para llegar a la mas acertada", pero todo sería más fácil si antes de decidir consultáramos con el único capaz de guiarnos de la mejor manera aunque a final de cuentas, muy a pesar de escuchar esa vocecita que te dice que hagas o no algo, la decisión final es nuestra. Pero al menos si nos va mal, tendremos la certeza de que fue por andar de cabezones y creernos superman/woman pero lo más importante es que no culparemos a los limones ni a la mancha negra.
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